"Línea 503
Un viaje en el Cal-Cas, el colectivo que enamoró a los pilarenses
Funcionó durante unos 30 años. Hacía el trayecto La Lomita-Peruzzotti, pasando por el centro y otros barrios. Las razones de su nombre y el recuerdo aún vigente de los pasajeros.
21 de mayo de 2023 - 08:53

Por Alejandro Lafourcade
a.lafourcade@pilaradiario.com



Sobre las calles de tierra, la gente en las paradas espera ansiosa. De lejos se ve llegar a ese colectivo que se mimetiza con la polvareda que se levanta a su paso: ahí llega el 503, al que nadie nombra por su número de línea sino por la empresa que la concesiona. Es hora de subirse al Cal-Cas y sacar boleto.

La línea comenzó a funcionar a mediados de la década de 1960, por iniciativa de Ricardo Castiglione, vecino que ya sabía del rubro debido a que había sido titular del recorrido Pilar-Presidente Derqui y trabajador de la línea 141, cuando prestaba servicio en el distrito.

“Mi abuelo era un inmigrante italiano que puso un vivero, y mi papá arrancó con los colectivos. Era el dueño pero también los manejaba”, recuerda en charla con El Diario Mirta Castiglione, hija del fundador.

Sin embargo, “a fines de los ’60 mi papá le pasó el control a mi hermano Miguel”. El joven tenía poco más de 20 años cuando se hizo cargo de la flota de colectivos, de los que también era mecánico.

Tras casarse con Lili Calveyra, Miguel Castiglione conjugó su apellido y el de su esposa para darle vida a la firma Cal-Cas, nombre por el que sería conocida la línea hasta el final.

A bordo

El recorrido del Cal-Cas era extenso e ingresaba en barrios que en aquella época lo tenían casi como única conexión.

Entre su piso se encontraban la ruta 28 hasta el country Golfer´s y la Escuela Primaria N°8, incluyendo los barrios Peruzzotti, Villa Verde y Villa Buide. Pasaba por la estación del FF.CC. y en Pilar centro circulaba por ejemplo por la Avenida Tomás Márquez y las calles Nazarre y Fermín Gamboa. Por San Martín se dirigía hasta los barrios La Pilarica o La Lomita, según el ramal.

Uno de sus choferes era Carlos Montes, quien rememoró en el sitio Pilar en el Recuerdo: “Calles de tierra, y con lluvia, barro. Muchas veces un chofer de Castiglione que también trabajaba en la Municipalidad nos sacaba del barro con una ‘Champion’. Qué buenos pasajeros: diurnos los que trabajaban durante el día y nocturnos aquellos serenos de la Trucha Real y algunos establecimientos avícolas”.

Y agregaba: “Siempre recibía un regalito, leche recién ordeñada, huevos, un par de truchas o un pollito listo para la cacerola, ¡Qué hermosa época!”.

Los colectivos de la firma Cal-Cas se guardaban en un galpón ubicado en la calle Pelagio Luna, a pocos metros de las míticas canchas “del Laucha”, por la cercanía con el bar. A su vez, el combustible solía cargarse en una estación de servicio de la vieja ruta 8.

Cercanía

Como relata Montes, la relación entre los choferes y varios de los pasajeros terminaba siendo muy cercana. Algunos incluso desviaban apenas el recorrido y dejaban a los vecinos que ya conocían en la puerta de su casa. Por eso, el Cal-Cas se ganó el apodo de “el fantasma”, debido a que podía aparecer por sorpresa en cualquier momento y lugar…

El recorrido del 503 arrojó una galería de personajes aún recordados por quienes fueron pasajeros, como Ginés, quien fue chofer y luego inspector, o bien Oscar “Petete” Ceriani, querido por todos, quien subía en la calle Nazarre y “jugaba” a ser parte de los inspectores.

Miguel Castiglione murió joven, con apenas 50 años. Para ese momento, ya no era propietario del Cal-Cas. “A mediados de los ’90 no se renovó la concesión”, expresó su hermana Mirta, aunque no recuerda los motivos exactos que llevó a la desaparición de la firma que era un emblema de Pilar y sus barrios.

Sus colores, repartidos entre el marrón, naranja y amarillo (aunque en algún momento tuvo también detalles en azul); sus frecuencias y recorridos volátiles; el trato familiar entre choferes y usuarios; su nombre pegadizo… Detalles que hicieron del Cal-Cas una de las líneas más queridas, de las tantas cosas de Pilar que hoy sólo forman parte de los recuerdos."

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